
Vida Abundante Uruguay - Miércoles 15 de Diciembre 2021
Noticias de gran alegría
Por: Leticia Viera

“Pero el ángel les dijo:“No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.” Lucas 2:10
Ayer como otros tantos días tuve que redirigir mi mente y mi corazón a la verdadera fuente de alegría.
Seguro que has tenido días y tiempos grises en que la desesperanza se hace presente por las diferentes situaciones o malas noticias.
En aquellos días en que los pastores se encontraban bajo el cielo estrellado también seguramente la desesperanza estaba presente en muchos corazones. Quien sabe cual era el motivo de sus conversaciones familiares mientras unos descansaban y otros se turnaban para cuidar el rebaño. Pero, el ángel de el Señor irrumpió en la escena sin aviso alguno, dándoles una muy buena noticia que sería de mucha alegría para todos: la venida del tan esperado Salvador de el mundo.
Esos humildes pastores fueron los primeros testigos de experimentar tal fuente de alegría. Sus vidas como la de muchos otros, se vieron impactados por la buena noticia y presencia de Cristo.
Lo bello de esta historia de familias de pastores es que tal impacto fue llevado en sus corazones al volver a la rutina de su día a día. Regresaron glorificando y alabando a Dios. Nació en ellos la esperanza y la razón del verdadero gozo que se hizo evidente llevando la buena noticia a otros:
“Cuando vieron al niño , contaron lo que habían dicho acerca de él, y cuantos lo oyeron se asombraron de lo que los pastores decían. Lucas 2:18
“Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído, pues todo sucedió tal como se les había dicho” Lucas 2:20
Tal vez nuestra situación es similar. La rutina de tus días no ha cambiado o aquello que esperamos aún no ha llegado y hemos perdido el motivo de tal alegría. Esa que es permanente, que va mas allá de las situaciones. Esa que te hace dar gracias por las pequeñas y grandes cosas, no solo en estas fechas si no día a día.
¡Cuántos hemos perdido el asombro del maravilloso regalo que trajo esta buena noticia! Ese asombro que hace sonreír con lágrimas y hace danzar y cantar al alma.
Este es un buen momento para que recordemos que nos ha nacido un Salvador.
Demos gloria y disfrutemos de esa paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7).
“Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad” Lucas 2:14
¡Feliz Navidad!